La Experiencia Swimchile en Xterra Chile#SwimchileRaceReport

A tan sólo 40 minutos de Santiago, nos encontrábamos entrando al recinto de la Laguna de San Bernardo. Dirigidos a la zona de estacionamientos, el primer punto a favor fue encontrar suficiente seguridad para cuidar los autos. Nos habían advertido que ese había sido un tema el año pasado.

Día algo nublado y helado, así que nos bajamos del auto abrigados para dirigirnos a la zona donde “todo estaba ocurriendo”. Esto nos permitió rodear la laguna y echar un vistazo al circuito de MTB y de Trail. Cuando nos íbamos acercando, se empezó de inmediato a vivir el ambiente: varias carpas de auspiciadores promocionando sus productos y servicios, música, animación, caras conocidas de la familia acuática y triatlética y la carpa de acreditación. Nosotros habíamos retirado los kits (polera, gorra y chip) el viernes, así que el trámite estaba listo. Nos encontramos con Folo y Ricardo, una breve conversa y ya nos dirigimos al novedoso parque cerrado para los competidores de las aguas abiertas. Este fue otro punto a favor, porque usualmente en estas carreras, los bolsos se los tienes que pasar a un conocido buena onda que te los guarde por mientras, y termina siendo un tema más del cual preocuparte. Cómodamente, podías ponerte el traje, vaselina, e irte a nadar.

La largada estaba agendada para las 9:15, pero partió unos minutos más tarde. Junto a las gorras amarillas para los 1.500 y rosadas para los 3.000 metros, nos dirigimos al agua. El circuito que figuraba en las bases, indicaba un rectángulo con una boya en cada punta, a nadar en sentido antihorario. La partida era en una línea imaginaria entre otras dos boyas que estaban casi al medio del largo del rectángulo. Como no todos tenían claro el circuito, hubo muchas dudas y alternativas de cuál era el camino por recorrer. Algunos pedían que por micrófono se dieran las últimas instrucciones, pero la verdad es que la música estaba tan fuerte, que habría sido imposible escuchar al animador si es que éste hubiera tenido la iniciativa.

Conteo regresivo y no quedaba más que seguir a la masa. Se suponía que eran 220 inscritos, con partida única, lo que significó un inicio complicado. Como la primera boya se encontraba a no más de 300 metros, el efecto embudo para lograr llegar a ella se generaba desde un comienzo. Al terminar la carrera, supimos de varios competidores que recibieron combos o incluso patadas, nosotros incluidos.

Siguen los metros y aquí nos gustaría detenernos para hacer un llamado de atención a nosotros mismos, los participantes, y quizás una sugerencia a los organizadores. Entre la primera y segunda boya, hubo varios que acortaron trayecto y pasaron descaradamente por dentro de la boya 1 y 2. Cada uno con su ética como persona, pero desde nuestro punto de vista ¿para qué ensuciar una instancia que más allá de la competencia, habla del compartir entre amigos y deportistas? La sugerencia para la organización sería colocar a un juez en dicho punto, tal como estaba entre las boyas 3 y 4.

Avanzando por el circuito, las gorras amarillas van saliendo hacia meta al terminar su único giro, y eso hace que la segunda vuelta para las gorras rosadas sea mucho más expedita. Lo que si nos pasó en ella, es que al parecer las boyas se corrieron un poco hacia afuera, porque en algunos puntos podías tocar el suelo al bracear. Para la próxima, quizás anclarlas mejor.

Listo el trayecto (que según nuestros relojes, marcó casi 2.500 metros), podemos decir que éste estaba bien señalizado, que las boyas se veían claramente y que la temperatura del agua estaba perfecta para nadar.

Ya en la meta, nos espera Folo con la cámara para capturar el momento de brazos arriba, medalla al cuello, nos vamos a abrigar y a disfrutar del tercer tiempo que incluía hamburguesas, frutas, frutos secos e hidratación para los competidores, y tallarines para todos.

Amplio espacio para descansar y esperar la premiación. Aquí, un punto a mejorar. La ceremonia partió a las 13:45, más tarde de lo planificado, y aunque en ese tiempo, se podían ver las competencias de los niños en el triatlón, se hizo largo. Las distinciones se hicieron para cada distancia, por sexo y categoría, con medallas para todos ellos. Pero, sentimos que la simultaneidad de tanto evento hizo que la premiación perdiera importancia dentro de la jornada. De hecho, no había nadie de la organización entregando las medallas, sólo las modelos bajo la locución del animador.

En resumen, una buena locación e iniciativa para compartir en familia y vivir un fin de semana deportivo. De cara al público, el escenario es ideal para vivir en plenitud la competencia. Para los participantes, un circuito al cual se le puede sacar provecho en un ambiente protegido.

Como puntos de mejora, pensar en hacer una largada por cada distancia (sugerencia que varios nadadores nos hicieron al finalizar la prueba), mayor control en las boyas y atenerse a los horarios establecidos y publicados en el programa.

Nos vemos en la siguiente!

Dani y Oliver

Fecha de la carrera: Sábado 30 de marzo de 2019

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